Según la Wikipedia, Patriotismo es el sentimiento que tiene un ser humano por la tierra natal o adoptiva a la que se siente ligado por unos determinados valores, cultura, historia y afectos.
Según la Real Academia Española, el Patriotismo es el amor a la patria y el sentimiento y conducta propios del patriota. Asimismo, según la misma referencia, Patriota es la persona que tiene amor a su patria y procura todo su bien.
Muchas veces, el patriotismo, poco tiene que ver con alentar a un equipo de fútbol o a un candidato político, como así también, poco tiene que ver la religiosidad verdadera con la defensa o el aliento de ciertos pensamientos acerca de Dios o de lo espiritual. Y mucho está relacionado con la educación que cada uno de nosotros ha recibido a través del entorno familiar.
El auto-estima, el patriotismo y la espiritualidad se vinculan íntimamente en el sentido que si se han enseñado mal, también se han aprendido mal. Y es que si una persona no tiene la suerte de recibir de su entorno más próximo los valores del afecto hacia sí misma, hacia lo otro y hacia lo sagrado ─si es que existiese─ va a ser matemáticamente difícil que se eduque a sí misma con los valores adecuados. Será difícil, pero no imposible. Cuando uno habla del patriotismo no hace otra cosa más que hablar de los afectos y, en ese sentido, es lo mismo que el auto-estima ─que es la valoración que tiene uno mismo de sí mismo─.
Valorar cualquier cosa, desde un plato de sopa, pasando por uno mismo, hasta una nación entera y el mundo en el que se vive, es algo que se va aprendiendo. Y, como todo aprendizaje, éste también está cargado de frustraciones. Siempre que uno se siente frustrado y mantiene este sentimiento deliberadamente detiene el proceso de aprendizaje.
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